A paso ligero

A paso ligero

Ana Líbano Cadenas

Todas hemos oído alguna vez aquello de “para estar bella hay que sufrir”. ¿Quién ha sido? Que dé la cara ahora mismo el desgraciado (aunque seguro que fue alguna desgraciada en su desesperación) de decir eso. No os engañéis por favor, dejad de querer mataros por sentiros más guapas o por impresionar.

¿Quién no se ha puesto nunca un par de tacones al estilo Empire State para sentirse mejor? Apuesto a que os habéis pasado medio día sentadas temiendo la hora de levantaros del asiento y caer de bruces contra el suelo. A ver si comprendemos la situación: No hace falta eso. Existen varias alturas de alzas que podéis usar y, cada una de ellas, es perfecta para una ocasión.

En primer lugar cabe señalar que nunca, jamás, debemos comprar un tacón con el que no sepamos andar. Aunque te enamore, no debe hacerse. Quita todo el estilo y esa figura que se creía realzar, da la impresión totalmente contraria. Esto desde el punto de vista estético, pero si nos pasamos al saludable, vuestra espalda, riñones, piernas, tobillos e incluso brazos acabarán destrozados y así, algo que creíais que os haría sentir bien os hará sentir la más desgraciada y dolorida del universo y no queremos eso ¿verdad? No.

Por otro lado si eres alta (es decir, si mides más de 1,7 cm) es des aconsejable llevar tacones de 12 cm en adelante durante el día. De la misma forma que también no es recomendable utilizar zapatos con plataforma. En sustitución está bien optar por un estilo que ronde sobre los 8 cm de altura. Si por el contrario se mide menos, adelante. Eso sí (recordando lo anterior) si no se sabe andar, olvídalo. Se puede empezar por algo más bajo (entre 5 y 6) e ir subiendo.

Por otro lado el estilo del zapato es algo importante. Nos encontramos con una multitud de tacones, pero diferenciamos dos en especial: tacón de aguja o fino y tacón grueso. El tacón de aguja es ideal para la noche y aquí cualquiera puede llevarlo (si sabe llevar) ya que a la par que elegante resulta muy estético a la pierna. El tacón grueso en cambio, está mejor visto por el día y con menos alza. Le da un toque más informal. Son por lo general más estables y cómodos y pueden llevarse más horas. Incluso si se tienen las piernas un poco gruesas este estilo de zapato ayuda a estilizarlo.

Para ir terminando está bien señalar que el  tacón no es solo una cuestión estética. Muchos médicos recomiendan el uso de un poco de plataforma en los zapatos para equilibrar el peso en toda la planta del pie y poner recta la espalda. Para ello es imprescindible utilizar siempre un buen calzado, cómodo y estable. Vale más la pena dejarse dinero en unos buenos zapatos que no una fortuna en fisioterapeutas.

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